"Con motivo del 150° aniversario del nacimiento de Teresa del Niño Jesús (2 de enero de 1873), así como el primer centenario de su beatificación (29 de abril de 1923) y, en 2025, el primer centenario de su canonización (17 de mayo de 1925), el Capítulo General de los Carmelitas Descalzos, celebrado en Roma del 30 de agosto al 14 de septiembre de 2021, decidió proponer a la Orden un ciclo de lectura de los escritos de santa Teresita.
Para poner en práctica esta decisión. el Definitorio General ha preparado, en colaboración con la Provincia de París, un programa de lectura y reflexión sobre los Manuscritos autobiográficos y otros escritos de Teresa".
En este 2023 se da inicio al Manuscrito A:
En el 2024 se da inicio al estudio del Manuscrito B y C:
Propuesta de lectura y reflexión en las comunidades
La Declaración es fruto de varios años de elaboración, basada en la contribución de cada circunscripción de la Orden y de una revisión final en el Capítulo General de los frailes del Carmelo Descalzo, en el 2021.
En este Capítulo General ha sido aprobada y por lo tanto ahora presentada para ser estudiada y asimilada como una formulación actual del carisma. Con esta finalidad, proponemos que a lo largo del año 2022 cada comunidad programe reuniones para ayudar a los frailes a acogerla, asimilarla y extraer las consecuencias prácticas necesarias.
De esta manera, la Declaración sobre el carisma podrá contribuir a preparar los próximos capítulos provinciales, que tendrán que considerar su aplicación práctica en sus propios programas.
Subdivisión del texto para 8 sesiones:
1. Introducción. I. La respuesta a una llamada (n. 1-3)
2. II. Carisma y formación (n. 4-10)
3. III. Carisma y visión teresiana del hombre (n. 11-20)
4. IV.A. La vida de oración (n. 21-29)
5. IV.B. La fraternidad (n. 30-44)
6. IV.C. La misión (n. 45-57) IV.D. Unidad de oración-fraternidad-misión (n. 58-60)
7. V. Unidad y diversidad (n. 61-68)
8. Conclusión (Aplicación práctica: compromisos comunitarios y propuestas para el capítulo.)
Se proponen reuniones mensuales, pero cada circunscripción y cada comunidad puede adoptar de manera flexible el ritmo más conveniente. Como ayuda a la reflexión, el Definitorio pondrá a disposición vídeos breves en los cuatro idiomas habituales para cada uno de los encuentros, que se publicarán el día 5 de cada mes en el canal de YouTube de la Orden OCD Curia – YouTube
La Ratio es un documento que busca presentar los principios fundamentales que guían el proceso de formación, es decir, la filosofía que sustenta la formación de los miembros de la Orden. Si quieres descargar el archivo, da click aquí:
Nota: Los archivos PDF son una versión preliminar de los Libros de Formación, cuyos textos corresponden al libro del trabajo original que sirvió como base para el desarrollo del actual “Plan Nacional de Formación”. Se publican como ayuda, en tanto son escaneados y editados los Libros I ( Iniciación), II ( Crecimiento) y III (Compromiso).
La formación es un gran arte en el que el principal maestro es el Espíritu Santo en el que el ser humano es un humilde colaborador. La formación en general y la formación espiritual en particular, son esenciales al mensaje cristiano y también carmelitano; por lo tanto, el interés y la preocupación por ella no se debe perder de vista en el proceso de nuestra vida.
En el proceso formativo se unifican la antropología, lo místico y lo espiritual, propio de la familia carmelitana que forma a la persona en su totalidad, de manera integral, con todas sus fortalezas y con sus capacidades, buscando siempre el objetivo de lo que debe ser, del deber ser. La formación es un servicio que se ofrece, es connatural al crecimiento humano, es un canal que promueve la paz de los pueblos, es semilla que se arraiga en el alma y en el corazón.
El servicio de formación requiere de un profundo amor por el ser humano, significa, prestar a largo plazo quizás sabiéndolo perdido porque son muchas las veces se pasa por momentos difíciles de ingratitud, olvido y hostilidad; pero, todo eso, que es doloroso, queda superado con el amor al prójimo, con la ilusión de realizar el trabajo y con la satisfacción del deber cumplido. Formar, es acompañar en el desarrollo o despliegue completo del ser humano para la realización de su vocación. En nuestro caso particular, buscamos formar integralmente a los Carmelitas Seglares de nuestra Provincia de Santa Teresita del Niño Jesús, que peregrina en Colombia y Ecuador. Por tal motivo y con mucho cariño fraterno presentamos a todos este Plan de Formación para la OCDS, fruto del trabajo de muchas personas y a través de varios años de estudio, investigación, esfuerzos y sacrificios.
Al hablar de un proyecto o de un plan, necesariamente evocamos la procesualidad del ser humano; una realidad inacabada y en movimiento. Como Teresa, debemos situarnos ante ese hombre vivo, no en un hombre meramente conceptualizado; se trata de ponerse frente al ser humano en movimiento dentro de las limitaciones básicas de su existir, un ser humano cargado de expectativas, que piensa, ama, trabaja, sufre, goza; es decir, tal y como aparece en su drama existencial, con esa doble dimensión de grandeza y de miseria y también dentro de sus profundas contradicciones: superhombre y a la vez frágil y falso, individualista y social, versátil y rígido, vuelto al pasado y soñador del futuro.
Creer en la persona es creer en su propio proceso con todo lo que ello implica: crisis, caídas y levantadas, desfallecimientos, cansancios, etc. Por eso, no podemos hacer del punto de llegada una norma fija durante el proceso; no cabe el juicio final. No cabe un atropellamiento del proceso marcando desde fuera un determinado ritmo. El dinamismo procesual es intrínseco al ser humano, que no es exterior. Aquí, se configura la paciencia pastoral, formativa y comunitaria, entendida como acompañar sabiendo padecer el proceso propio y el de los otros.
De todo lo anterior, aparecen consecuentemente las siguientes direcciones:
a) Aceptar al ser humano como proceso y desde allí acompañarlo con iluminaciones. Él tiene que asumir su propio proceso, su proyecto, su plan, con todos los riesgos, limitaciones y posibilidades.
b) Comprender, valorar y apoyar al ser humano que pretendemos formar en su hoy. En el hoy es donde él tiene la posibilidad real de hacer lo que todavía no ha hecho. No lo podemos comprender desde un rígido pasado ni desde un rígido presente. Ambos se vuelven opresores del mismo hombre, y frustran el presente como posibilidad real del hombre.
c) Comprender y valorar al hombre en sus propias situaciones y acompañarlo desde ellas. No es perspectiva de un relativismo moral, es perspectiva de la ubicación del valor moral: el ámbito del hombre no es absoluto, sino lo relativo en tensión hacia lo absoluto: el hombre se va haciendo hombre, el cristiano se va haciendo cristiano, el carmelita se va haciendo carmelita.
d) Finalmente, es necesario tener en cuenta la radical debilidad del hombre. Decir esto, no significa ni representa una visión pesimista del hombre. No tiene que ver con una visión justificativa, cómoda e irresponsable de la vida mediocre y sin exigencias. Tampoco tiene que ver con una visión resignada, alienante, estática o frustrante del ser humano. Es esencialmente una referencia real para no obstaculizar ni atropellar el proceso personal.
Con mucho gusto entonces y con profunda ilusión, presentamos este Plan de Formación para nuestros queridos hermanos de la Orden de Carmelitas Descalzos Seglares (OCDS), que servirá para arraigar en el corazón las huellas dejadas por nuestros antepasados, especialmente, nuestros Santos Padres, Teresa de Jesús y Juan de la Cruz para no mencionar esa pléyade inmensa de tantos Santos y Santas de todos los tiempos, que bebieron, como nosotros deseamos beber hoy, en las fuentes profundas y raíces Marianas (al pie de la Madre, Reina y Hermosura del Carmelo) y Proféticas (en eI anuncio de Dios al estilo del Profeta Elias). Que el Señor Jesús, quien inicia y consuma nuestra fe, siga inspirando nuestro caminar, nuestro peregrinar como Carmelitas Orantes, Fraternos y Apostólicos, y que, en él, siempre pongamos nuestros ojos y corazón.
Finalmente, un agradecimiento inmenso a toda la Comisión de Formación de la OCDS, especialmente a Astrid Castilla, que ha estado al frente de este trabajo.
Fraternalmente.
Padre Miltón Moulthon Altamiranda OCD.